Soy Aitor Saiz Lasheras, experto en formación para profesionales. Aquí encontrarán recursos y la posibilidad de formar parte de algunos de los talleres que organizo: Trivium, Metodologías de trabajo y de estudio, cultura clásica, Estudios Estratégicos…
En este espacio comparto reflexiones, fuentes e información útil para el desempeño profesional, académico y para la vida real, la del día a día.
Periódicamente se abren plazas para los grupos de estudio y los talleres. La información sobre la forma de contacto, temario, calendario, precio y dinámica de trabajo se incluirá con cada convocatoria.
Si desean más información sobre cualquiera de las materias aquí tratadas, sobre algún taller o sobre la posibilidad de algún tipo de formación personalizada no duden en escribirme a aitor@cuestiondemetodo.com
Es un placer embarcarme con ustedes en esta nueva singladura,
Estos días estoy leyendo Universal Concreto, de Javier Gomá Lanzón. Un buen libro de filosofía, escrito en castellano. En él hay una buena caracterización de lo que supone hacerse persona y crecer, pasar de la época estética a la época ética, algo cada cada vez más escaso en una sociedad anormal y llena de eternos adolescentes.
A raíz de esta lectura he recuperado un artículo que traduje y modifiqué para alguno de los jóvenes que conozco.
Pese haber realizado una adaptación libre de un texto preexistente para su uso en mi entorno privado, he decido compartirlo aquí. Tal vez a alguien le resulte de utilidad, o quiera compartirlo con algún hombre joven de su familia. La vida no es fácil, pero no tiene que ser necesariamente una chapuza indigna.
Este artículo me resultó muy útil en mis estudios sobre Metodología. Creo que puede servir como punto de reflexión a las personas que estudian cualquier aspecto del desempeño profesional. Comienzo a creer que la base más firme de los estudios profesionales son, a la par de la praxis bien reflexionada y auto-analizada, una Metodología generalista (como pueden ser la Praxeología de Kotarbinski, la Metodología del Diseño como propone Zweibelson, o el Método Transcendental de Lonergan) y una colección adecuada a cada circunstancia de Estudios de Caso.
Para que puedan tener un primer punto de contacto con esta línea de investigación, les propongo la lectura del paper de Rolf Johansson «Case Study Methodology».
Las conclusiones a las que llega su autor en este artículo son las siguientes:
La esencia de la metodología de los estudios de caso es la triangulación, la combinación a distintos niveles de técnicas, métodos, estrategias o teorías. Creo que los estudios de caso se desarrollan a través del dominio de tales combinaciones.
La división entre historia y estudio de casos suele ser innecesaria cuando el caso es un artefacto. Probablemente se desarrollarán estudios de casos con una mayor influencia metodológica de la investigación histórica: estudios de casos históricos en los que se combinan la metodología del estudio de casos y la historia.
La combinación de enfoques cualitativos y cuantitativos está bien establecida en los estudios de casos, pero, sin embargo, las diferentes normas de calidad -en cuanto a verdad, aplicabilidad, coherencia y neutralidad- en la investigación cualitativa y cuantitativa son difíciles de codificar.
Por último, la cuestión principal del debate: cómo podemos generalizar a partir de un caso. Tal vez veamos estudios de casos en los que se combinen explícitamente los distintos modos de generalización.
Todos estos son aspectos de la metodología de estudio de casos, que tiene potencial para seguir desarrollándose.
Bernard Lonergan fue una de las mentes más agudas del Siglo XX. El Método de trabajo, de estudio y de conocimiento vital que empleo se fundamenta en gran parte en sus obras. He traducido con algún añadido (las cursivas son mías) una muy buena introducción a su Método Transcendental (yo lo llamaría Universal): The Transcendental Method of Bernhard Lonergan; de Ronald J Grace.
Aquí tienen mi humilde aportación a su iniciación en otra forma más sensata de hacer y conocer la realidad:
Los años trabajando de formador y enseñando metodologías de trabajo han ido dejando un poso de materiales, de herramientas testadas que ahora puedo compartir con ustedes.
Hagamos un recorrido para chequear la calidad de nuestra producción intelectual, apoyados en las tres patas del trivium y de manera casi simultánea: usemos la lógica, la retórica y la gramática mediante ocho sencillas herramientas.
Esta entrada está inspirada en el capítulo «La serendipia estructurada» de Jason Zweig, en la obra Brockman, John (ed.), «Este libro le hará más inteligente», Paidos, Barcelona, 2012.
Propongo al público lector que experimente, navegando al azar entre los imputs propuestos por la Biblioteca Cibernética del Proyecto IDIS y buscando relaciones y asociaciones con sus áreas de conocimiento habituales, extendiendo los márgenes de dicho conocimiento. Un poco de Bildung …nunca está de más.
Jugando con DeepSeek y con mis experiencias personales, comparto aquí un marco contextual para enriquecer esta propuesta:
«La serendipia estructurada» es un concepto presentado por Jason Zweig en el libro Este libro le hará más inteligente, editado por John Brockman. La idea central de Zweig se basa en cómo podemos fomentar encuentros fortuitos y descubrimientos inesperados de manera intencional, combinando preparación y apertura mental.
Zweig argumenta que la serendipia, tradicionalmente entendida como un hallazgo afortunado y casual, puede ser «estructurada» mediante la creación de condiciones que aumenten la probabilidad de que ocurran estos descubrimientos. Esto implica:
Preparación y conocimiento: Tener una base sólida de información y experiencia en un área específica permite reconocer conexiones y oportunidades que otros podrían pasar por alto.
Exploración activa: Buscar activamente nuevas ideas, perspectivas y fuentes de información, incluso fuera de nuestro campo de especialización, para ampliar el horizonte de posibilidades.
Apertura mental: Mantener una actitud flexible y receptiva hacia lo inesperado, evitando prejuicios que podrían limitar la capacidad de ver oportunidades donde otros no las ven.
Redes y colaboración: Interactuar con personas de diferentes disciplinas y backgrounds puede generar intercambios de ideas que conduzcan a descubrimientos inesperados.
En resumen, Zweig propone que la serendipia no es simplemente cuestión de suerte, sino que puede ser cultivada mediante una combinación de preparación, curiosidad y colaboración. Esta idea es especialmente relevante en un mundo donde la innovación y la creatividad son clave para el progreso en diversos campos.
¿Qué actividades o ejercicios propone el autor para cultivar la serendipia?
Jason Zweig, en su concepto de «serendipia estructurada», sugiere varias actividades y ejercicios que pueden ayudar a cultivar la capacidad de encontrar descubrimientos fortuitos de manera intencional. Aunque no detalla un programa específico, sus ideas pueden traducirse en prácticas concretas:
Lectura diversa y amplia:
Explorar diferentes géneros y disciplinas: Leer libros, artículos y materiales fuera de tu área de expertise puede exponerte a nuevas ideas y perspectivas.
Seguir fuentes variadas de información: Incluir en tu dieta informativa revistas científicas, literatura, blogs especializados y noticias de diferentes campos.
Redes y colaboración:
Participar en grupos interdisciplinarios: Unirte a comunidades o grupos que reúnan a personas de diferentes profesiones y áreas de conocimiento.
Asistir a conferencias y eventos diversos: No limitarse a eventos de tu campo específico, sino explorar conferencias y charlas en áreas aparentemente no relacionadas.
Reflexión y conexión de ideas:
Mantener un diario de ideas: Anotar pensamientos, observaciones y conexiones que surjan durante el día. Revisar regularmente estas notas para identificar patrones o ideas nuevas.
Practicar el pensamiento lateral: Ejercicios que fomenten la resolución de problemas desde ángulos no convencionales, como los propuestos por Edward de Bono.
Exploración activa:
Viajar y experimentar nuevas culturas: Exponerse a diferentes entornos y formas de vida puede desencadenar nuevas ideas y perspectivas.
Experimentar con hobbies y actividades nuevas: Aprender algo completamente nuevo, como un idioma, un instrumento musical o una técnica artística.
Apertura mental y curiosidad:
Hacer preguntas inusuales: Cuestionar suposiciones comunes y explorar preguntas que no tienen una respuesta obvia.
Mantener una actitud de curiosidad constante: Cultivar la curiosidad como un hábito, siempre buscando entender el «por qué» y el «cómo» detrás de las cosas.
Uso de tecnología y herramientas:
Utilizar herramientas de descubrimiento: Aprovechar algoritmos de recomendación, bases de datos académicas y plataformas que sugieran contenido relacionado pero diverso.
Participar en plataformas de colaboración: Usar herramientas como GitHub, ResearchGate o incluso redes sociales profesionales para conectar con otros pensadores y creadores.
En resumen, Zweig propone que la serendipia estructurada se cultiva a través de una combinación de exposición diversa, reflexión activa y una mentalidad abierta y curiosa. Estas prácticas no solo aumentan la probabilidad de encuentros fortuitos, sino que también mejoran la capacidad de reconocer y aprovechar estas oportunidades cuando surgen.
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